Dame una razón por la que no puedo parar.
Estoy corriendo en dirección contraria, alejándome de ti y de lo que pudimos haber sido.
Porque la mitad de mi quería seguir buscando y la mitad que quería quedarse contigo tenía miedo de equivocarse.
Porque sé que necesito que estés, sé que necesito tus palabras y aunque no lo creas necesitaba ese momento juntos, porque me gusta equivocarme y aprender, y contigo no me equivoque y aprendí de ti que aun hay posibilidad de salvarme, puede que de aquí a unos años deje de ser una kamikaze.
Y quizás ese día salga a correr detrás de ti, porque me encantan los finales inesperados y los principios absurdos.
Pero el quizás, nunca es cierto y hasta entonces sigo siendo una niña con ganas de caerse, una masoca contra el mundo y una sonrisa para ti.
Voy a echarte de menos, aunque no te lo haya dicho.
Querías un cachito de mí y de mis letras y en realidad posiblemente no he sabido darte ni lo uno ni lo otro.
Quizás por eso hoy es para ti, advierto que no se escribir cuadrado, que no le pondré nombre de flor al título como señal y no escribiré con números.
No entenderías nunca lo incordiarte que llego a ser tu temple, tu manera de acertar con todo y tenerte a medias.
No sabrás lo que me regalas con tu forma de mirarme o lo que me diste en aquel abrazo. No imaginas el poder que has tenido cavando con cuchara en un muro de hormigón.
Cada palabra que has dicho hoy revolotea por aquí, cada detalle de los tuyos me hacen sonreír y tus cien maneras de sorprenderme me advierten que aun no han acabado.
La mitad de mi sabe que no quiero eso, cree que debe seguir buscando y encontrar respuestas, vivir y no complicar esto más. La otra mitad es un coctel de dudas, de un quiero y no y sabe que agarrarte es lo mejor que puedo hacer y aun asi no lo hara.
No te agarrare, no te atare a mí o rellenare el tiempo que te queda a mi lado.
Has ocupado un sitio sin nombre y en mi diccionario nunca encuentro tu definición , me das las mismas ganas de seguir que motivos te doy yo para no querer volver a verme y a pesar de todo , aquí estas leyendo unas palabras que por fin van para ti.
Y no llevan nombre de flor, ni describen una primera cita en taxi, llevan tu nombre y tus iniciales y por primera vez no hablan de nadie más.
Por ser mi chico lluvia, el más absurdo.
Me has regalado días de esos absurdos donde soy yo sin inventar, la confianza que hace que quiera que vuelvas a llamar y una nueva forma de mirar ( te ) que no conocía.
Y por primera vez hoy yo contestare a mi-anónimo:
Se que estas ahí, pendiente de mis palabras, de mi estado, quizás mucho antes de que mi escasa vista consiguiera darse cuenta.
Gracias, por haber sido mi primer y único anónimo, por haber roto mis esquemas una vez más, por aparecer y ser mi tirita en esos días, por haberme empujado a sentir-te así.
No dejare que te vayas sin mis ganas, porque tuvimos ese momento y aun no le he encontrado el idioma indicado.
Porque recuerda que en esa nueva ciudad, mientras tu sigas siendo mi anónimo y yo siga escribiendo por aquí, yo estaré rondando por allí, contigo
Sé que no te conozco tanto como querría, sé que tu tampoco lo sabes todo de mí. Sé que nada va a volver a ser como antes y sé que he pasado de ser un chico más o menos especial y un buen amigo, a un chico cualquiera y un cabrón. Sé que no merecías que te hiciera lo que te hice. Sé que habría muchas cosas que me gustaría decirte y sé que no aparecen las palabras adecuadas en mi boca para decírtelas. Sé que tu vida es un mar de dudas que siempre he querido ayudarte a resolver y sé que la confianza perdida hace difícil que eso pase. Sé que todo lo que va a cambiar me va a joder mucho, pero sé que me lo merezco. Sé que no hay nada que te joda salvo una cosa y sé que precisamente cometí el único error que podía haber cometido. Sé que no me arrepiento de lo que hice, pero sé que lo podría haber hecho de otra forma sin joder a nadie porque sé que con lo que hice además de a ti, probablemente la halla cagado también con otra persona. Sé que hay cosas que has hecho que me han jodido y que nunca te he dicho y sé que nunca te diré. Sé que no quiero perderte, de eso estoy seguro. Sé que me importas y sé que haría todo por intentar arreglarlo todo aún sabiendo que es muy difícil o imposible. Sé que no me arrepiento ni me avergüenzo de ningún minuto que he pasado contigo. Sé que no te conozco desde hace mucho, pero que aún así has sido la persona que más has marcado mi vida en los últimos meses. Sé que el Viernes fue una de las noches más especiales y bonitas de mi vida y sé que me gustó que fueras tú la que estaba allí conmigo. Sé que me duele perder tus ocasionales besos, pero sobre todo sé que me mata perder tus palabras. Sé que tu corazón está dividido es mil partes y sé que me siento orgulloso y alagado de haber ocupado una de ellas. Sé que de alguna forma te quiero. Sé que te he fallado. Sé que de todo lo que sé, hay algo que me tortura con diferencia, que sé que todas mis palabras no sirven de nada porque sé que ya no confias en ellas. Y sé sobre todas las cosas que para nada te gustan este tipo de comentarios cursis y repipis, pero también sé que tenía que escribirtelo.
ResponderEliminarPD: Espero que aunque estas palabras ni signifiquen nada para ti, te guste ver como tu "anónimo poeta" abandona los versos para dirigirse a ti en prosa. En realidad no sé si estas palabras expresan con claridad lo que siento, espero que sean lo más precisas posibles.