Me pierdo si pienso que es frágil.

Debí suponerlo, era de lógica.
El camino más fácil para esto era huir.
Pero aunque suene absurdo no me supo a poco.
De tu parte quiero todo menos la indiferencia, nunca estoy preparada para ella.
Y ahora me queda un sabor extraño, la sensación de haberte perdido y de irme enterando poco a poco.
Sé que no estás porque tus horas las lleno a ratos, sé que no vas a volver porque te he cerrado la puerta, sé que no quería perderte por los rasguños que me voy encontrando y aun así seguiré, si algo se es que el tiempo siempre me abre ventanas.
¿Y sabes lo peor?
Todo se está cayendo.
Todo va mal. Tanto que apenas tengo tiempo para recordarte, tanto que a veces me olvido de echarte de menos.
Y te necesito, necesitaría abrazarte y que me susurraras que saldrá bien, necesitaría ver tus ojos que me hacían creer fuerte, posiblemente necesitaría que estuvieras aquí impidiendo que me derrumbara con el resto de mi vida.
Es cierto, todo va mal, más de lo que crees y no estás, creo que es justo por eso por lo que cada mañana me miro al espejo, sonrío y me digo a mi misma : puedes.
No estás y es tu ausencia quien me empuja a seguir.
No estás y es la rabia la que no me deja caer.
Por mí.
Por ella.

No puedes imaginarte lo que has hecho en mí.

Has cerrado el capítulo más importante de mi vida, y has escrito uno nuevo.

Y ahora dime ¿Cómo?

¿Cómo lo has hecho? ¿Cómo te has atrevido a darle tal giro a mi vida? ¿Como has podido hacer esto en mi sin que me diera cuenta?¿ Cómo has podido irte?¿Cómo puedes hacer como si nada?

¿Cómo he sido tan jodidamente ciega de darme cuenta después?