La manera que tenían de mirarse pasaba de ser dulce como una bachata a tener la atracción de un tango.
De sus ojos salían chispas y sus manos eran una caja de minas.
Les comían los reproches, los fallaste en… y con la boca chica el llegas tarde.
Y en realidad el cuerpo les vencía, las ganas de un quédate y un juguemos a tirarnos piedras al tejado.
Hacían de su camino un circulo donde volver a encontrarse y de su despedida un te veo después.
La decepción daba paso al enfado y el amor a las carcajadas. Nunca pidieron perdón y no saben si hace falta.
Hoy es No quiero verte, se te paso el arroz y ayer era un Vuelve, me haces falta. Y mañana, mañana nunca planearon hacer nada y ella espera aun enseñarle que dormir en la terraza, arropados por el cielo, es como una nueva primera vez.
Realmente hermoso este texto
ResponderEliminarPrecioso, no sé si será la música o la noche pero, me has dejado con la piel erizada. Encantada :)
ResponderEliminarPrecioso! Me ha hecho recordar cosas...:)
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