Quiero confesarte que era tan grande tan grande que no pudo
desaparecer, el viento no se ha podido llevar algo tan enorme, tan pesado, con
raíces de hormigón anclado a mis vertebras. Era tan inmenso y complicado que
debe de andar por ahí escondido tras algo enorme. Tenía tanta luz que se podía
ver a kilómetros, por eso sin decirlo desde allí pudiste verlo. Y algo así, con
esos adjetivos que le dan apariencia de catedral o de noche de fuegos
artificiales no puede desaparecer tras la lluvia.
Era tan irracional , estúpido , inesperado , instintivo y
natural que no pueden haberlo borrado , creo que hemos escrito una nueva fábula
que leeré cada vez que me pregunte el porqué : creció de manera tan
descontrolada que solo tenía dos posibles finales, alcanzar el cielo sin proponérselo
o romperse en minúsculos pedazos que hoy andan perdidos por ahí.
Me ha encantado, es más me ha encogido el corazón.
ResponderEliminar