martes, 18 de septiembre de 2012

Cuando todos hablan de atarme tú me coses nuevas alas.


Pone esa voz de niña tonta, consentida y se mueve inquieta a su alrededor, tratando de captar su atención, sabe que él la mira por el rabillo del ojo, sintiéndose también un niño, loco por cada hueso que ella contonea. Se ríe por el aspecto ridículo con el que se pasea a su alrededor, vestida con su ropa, que le queda tan grande que parece que aquella camisa quisiera engullirla.
Loco por esa piel que a veces cubre a la niña que tiene delante, la de sus ojos, aquella piel que esconde a la misma mujer que se queda dormida de madrugada justo a la misma hora en la que ya no sé sabe donde empieza uno y acaba el otro, aquella piel que recorre cada día , de la niña que llora , la mujer que se levanta.
Ella le atrae hacia su cuerpo, recorriendo su pelo desde la frente a la nuca, mordiéndole la sonrisa que se dibuja en sus labios.
Ya no se pregunta si él sospechará que es el café caliente de sus días helados, la columna vertebral que la mantiene en pie, las historias que un día escribió y ahora encuentra en sus ojos…

La historia que siempre quiso escribir y hoy no sabe cómo, si los únicos renglones que quiere seguir son los que unen los cientos de lunares que recorren su piel.




1 comentario :

  1. Preciosa última frase. Precioso texto. Y precioso blog.
    Esta mente insana regresa por aquí. Espero seguir leyéndote. Muá

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Deja tu sonrisa por aqui , prometo devolverla.
;)

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