Este es mi primer día sin ti.
Y no puedo explicar cómo me
duele que ya no quede un nosotros.
He sobrevivido. He llorado, bebido, dicho tu
nombre y he gritado.
Bajito. Para mí.
Porque me duele la voz que no me sale y
me escuecen los cristales que ahora forman mi pecho.
He sobrevivido. Pero no he
amado, ni un solo segundo de este día sin nosotros. No he amado ninguna sonrisa
ajena, ningún perfume, ni siquiera estoy amando esta noche. No volveré a amar,
lo prometo.
No con la misma piel, con la que me envolvías los sueños y de la
que ahora estoy desnuda.
Frágil.
En carne viva.
Muy bonito. Suerte y ánimo, que la piel se muda con el tiempo.
ResponderEliminar