Dulce, pero sabroso, tierno pero sin empalagar.
Sus manos inquietas como las de un pianista nervioso.
Su cuerpo torpe al sentir los ojos de ella clavados en su espalda.
Sus besos suaves, besos de agua, mojados, salados, como un baño refrescante en pleno sol.
Su sonrisa picara, inteligente, suave, como alguna pegadiza canción.
Él.
Sol de sus inviernos, agua para el verano, mirada de niño, loco amor.
-Esto no será para siempre.
-Nada lo es.
-¿Entonces no crees que tengamos futuro?
-¿Lo crees tú?
-No .Tú y yo somos, pasadizo y mapa, arena y agua, dulce y salado, lo blanco y lo oscuro.
Somos las letras escritas por un borracho.
-¿Cuánto crees que durara entonces?
-Hoy, mañana, pasado, físicamente puede que hasta meses, por no nombrar a los años.
Pero las mejores canciones fueron escritas por borrachos cantándole al amor, seguramente en recuerdos tu y yo seremos el siempre.
Seremos el tiempo para la eternidad.
Y eso quise creer una vez...
La primera parte de tu entrada describe a la perfección a esa persona especial para mí :)
ResponderEliminarhasta el diálogo nos pega bastante.
En serio, has conseguido que me sienta indentificada..
me gusta tu blog, te sigo :D